Con la última campanada de la catedral se fue. Quedó ahí, silencio y Paz. Con su respiro final, llegó un ligero viento acompañado de un sutil, aroma a flores. Naro Parpule habia muerto.
Fin de una vida. Y principio de una historia de misterios. De su mano enjuta, fría, rígida cayó al suelo una llave. Una obra de arte. Oro antiguo. Era el picaporte a Zarabanda, la Misión perdida de las Californias.
Después de 300 años se recorría el velo: fue Naro, el último vigilante, de este templo místico. De fantasías y leyendas.
Este es el final. Aquí termina mi relato. Agradezco su atención. Sin embargo, si alguien desea seguir, les contaré la historia de Genaro Parpule Donis Un hombre encriptado en el misterio. ¿ Era real ? ¿ Tal vez un fantasma? ¿ De otro mundo?
El tiempo nos irá marcando la pauta para descifrar esta vida que el 4 de diciembre de I986 en la cuna de las Californias; Loreto,murió. ( continuará)
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