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La Cachanía del Pirry

La Cachanía del Pirry - José Peralta

Foto: Cortesía de «Rincón Boleriano» Perfil de facebook

Se acaba de ir el “Pirry” me dijo Roberto Gastélum Arce (qepd), aquel verano de principios de los 80. ¿Y ese quién es?, pregunté. Roberto, contestó: “el hijo del Moncho Cota, de ranchería, es un apasionado de la historia del Cachanía.

Roberto fue un periodista, entusiasta divulgador de la historia de su pueblo, fundó el Periódico “Precursor de Mulegé” y la Revista “Razón Política”, medios que difundían el acontecer de la región y notas sobre la historia de Santa Rosalía.

En la revista “Razón Política”, leí apuntes del “Pirry” referentes al pasado de nuestra tierra; 40 años después tengo la fortuna de tener en mis manos el libro digital (Cachanía 1885-1954) del hijo del “ Moncho Cota” y de Doña Socorro Meza.

El “ Pirry” se llama Ramón Blas Cota Meza (1950, Santa Rosalía) y con el libro salda una cuenta personal en su trayectoria como estudioso de sus raíces.

El mismo “ Pirry “ reconoce que sobre Cachanía había escrito notas sobre su historia, pero por circunstancias de trabajo no había tenido la oportunidad de escribir un libro, proyecto que demandaba mayor tiempo para la consulta de fuentes de información sobre el tema.

Ramón Cota Meza dice: “Sobre Santa Rosalía escribí y publiqué varios textos breves en las décadas de 1980 y 1990… pero escribir un libro era demasiado para mí”.

La tarea está concluida, el “Pirry”, dio a conocer su libro que está conformado por siete capítulos que dan cuenta de la génesis de la Compañía El Boleo (1885) hasta su cierre en 1954.

Escribir la historia del Boleo es contar el nacimiento y desarrollo de Santa Rosalía. De las frases que escuchaba de niño y quedaron en mi memoria son: “Cachanía por abajo del agua” y “ El pueblo que se negó a morir”.

Ésta última prácticamente se ha convertido en un slogan del pueblo de madera.

¡Y vaya que la frase refleja el devenir de la comunidad minera por un pasado complicado de tiempos buenos y malos!

Cachanía sobrevivió a más de tres ciclones que prácticamente destruyeron el pueblo y parte de la infraestructura de la Compañía El Boleo; además de la crisis propia del cobre como fue la debacle de la economía mundial del 29.

Ramón Cota Meza es claro al decir que el libro no es un documento de corte académico, y en ese sentido acerca la historia con el lector común.

Con una narrativa accesible, el “Pirry “ nos cuenta cómo era la región antes del surgimiento del Boleo y nos describe el perfil de José Rosas Villavicencio, personaje importante en esa época.

Asimismo, el libro refleja la trascendencia de los yaquis en la construcción del Boleo y en particular en las prácticas religiosas que delinearon la cultura de Santa Rosalía.

Desde el origen de los fundos mineros y posteriormente con el nacimiento de Santa Rosalía en 1885, lo que caracterizó durante mucho tiempo a los pobladores de esa región fue el aislamiento.

Los habitantes vivían las consecuencias de un clima extremoso en verano en aquellas desoladas y distantes comunidades apartadas del mundo.

Los barcos fueron por excelencia las venas que sirvieron para comunicar y transportar los bienes necesarios para la subsistencia de la empresa minera y la manutención del pueblo.

Leer el libro del “Pirry” es conocer cómo el Boleo construyó en la desolada península una empresa moderna y un pueblo, que a pesar de las crisis que ha vivido, sigue allí, orgulloso, frente al Mar de Cortés.

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José Peralta Montoya
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