Evocaciones de Sudcalifornia

El espejo de la vida

Elizabeth A

Renato vio una señora que estaba en su coche parado, al lado de la carretera. Llovía fuerte y era de noche. Él se dio cuenta que ella necesitaba ayuda…

…Detuvo su coche y se le acercó. El coche de la señora olía a tinta, de tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante. Él no le inspiraba confianza, además de que parecía pobre y hambriento…

…Renato percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: “Estoy aquí para ayudarla señora, no se preocupe. ¿Por qué no espera en el coche que está más calientito? A propósito, mi nombre es Renato”…

…Lo que pasaba es que ella tenía una goma pinchada, y para colmo era una señora de edad avanzada… Renato se agachó, colocó el gato y levantó el coche. Luego ya estaba cambiando la goma. Pero quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos…

…Cuando apretaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventana y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que sólo estaba de paso por allí y que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda. Renato apenas sonrió mientras se levantaba…

…Ella preguntó cuánto le debía? E imaginó todas las cosas terribles que podrían haber pasado si Renato no se hubiese parado para socorrerla. Renato no pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas. Era su modo de vivir. Y le respondió: “Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encontrase a alguien que precise de ayuda, déle a esa persona la ayuda que ella necesite y acuérdese de mí”…

…Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un pequeño restaurante. La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa…

…La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero por ello no dejó que la tensión y los dolores le cambiaran su actitud…

…La señora quedó curiosa en saber cómo alguien que teniendo tan poco, podía tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se retiró… …Cuando la camarera volvió quiso saber a dónde la señora pudo haber ido, y notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual tenía 4 billetes de 1000 euros…

…Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora escribió, que decía: – Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien…

…Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama; su marido ya estaba durmiendo y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora le dejó escrito… …¿Cómo pudo esa señora saber cuánto ella y su marido precisaban para sus necesidades? Y más con el bebé que estaba por nacer el próximo mes, y todo estaba tan difícil…

…Quedó pensando en la bendición que había recibido, y dibujó una gran sonrisa… …Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dió un beso suave y susurró: -Todo estará bien: ¡te amo… …Renato querido!……

No nos contagiemos de la falta de amabilidad que nos rodea . No nos paremos de hacer el bien. LA VIDA ES UN ESPEJO… TODO LO QUE DAMOS , ¡VUELVE A NOSOTROS!

Nomas observa lo qué pasó este 6 de junio !!

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Elizabeth Acosta Mendia
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