Ángel de luz

“Ángel de luz.”

A ti ángel de luz que visitas al caído,
A ti enviada de un ser supremo que cual
digna obrera, le ayudas al dador de la salud;
A ti ser especial que no le temes a la sangre,
y que lo mismo asistes a un bebé,
niño, adolescente, adulto o anciano;
A ti ser intrépido, que, como madre das tus desvelos,
en un hospital, terremoto o campo de guerra,
sin importar raza, religión o bandera.
Hoy nos has dado una gran lección en la pandemia,
y aunque incomprendida por muchos en el mundo,
cual guerrera invencible has sido fiel a tu vocación;
Y para hacer todo eso, se necesita haber recibido
el más grande de los dones que un ser humano puede tener:
El Don de la caridad venido del médico universal,
del doctor que no sólo cura el cuerpo sino también el alma;
Porque antes de ser lo que eres, se necesita,
sentir el dolor ajeno, cuál si fuera tu propio mal,
porque ves a todos como miembros de tu hogar,
de ese hogar llamado tierra.
Por todo ello me pregunto,
¿qué sería del médico sin ti?
¿que sería de nosotros sin ti?
fulgurante ángel de luz,
admirable enfermera,
la que con tu amor maternal,
diste a luz a los enfermeros.

Autor: Ricardo Hdez. Gómez.

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Ricardo Hernández Gómez

Nació el 1 de junio de 1962, en la entonces Villa Insurgentes, hoy Ciudad Insurgentes, Baja California Sur, conocida como La Toba. Al concluir la secundaria, en agosto de 1977 partió con su familia a la Ciudad de Tecate, Baja California, lugar donde ha vivido hasta la actualidad. Sin embargo, su niñez y adolescencia en el Valle de Santo Domingo lo dejó marcado para siempre, a tal grado, que, en el año 2014 invadido por la nostalgia del terruño, publicó el libro “Entre choyas choyas y cardones”.

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