Miguel Ángel Avilés Castro

Nace en La Paz BCS en 1966 y renace en 1984 en Hermosillo, Sonora, donde hasta la fecha radica). Es abogado por la Universidad de Sonora cuya profesión la desempeña a través del litigio y la mediación. Practica el periodismo y la literatura desde 1990. Cuenta con algunos libros publicados . Para atenuar su nostalgia, dice vivir en una ciudad imaginaría que inicia en Cabo San Lucas y termina en San Luis Río Colorado.

Miguel Ángel Avilés Castro

Dos ballenas

Cuando los veía salir hacia la tienda, con ese morral donde tintineaban dos envases de ballenas, sabíamos que ella había llegado.
Eran sus nietos y se trasladaban hacia el abarrotes El Perico para adquirir el elixir que le permitió vivir el día a día, como ella quiso y morir, tal vez cuando ella quiso.

Zapatos - Miguel Angel Aviles

Zapatos

Platicaba Chuy Manríquez, inolvidable amigo, que, en un pueblito no tan lejano de La Paz, los habitantes solían andar descalzos porque así era la costumbre o porque andaban más a gusto o porque se les daba la gana. Punto.
Y cuando, inusualmente, alguien rompía con esa tradición y calzaba ese par, casi nuevecitos, que guardaba desde hace tiempo en el ropero, eran tanta la sorpresa de los demás que de inmediato soltaban la pregunta: ¿traes gripa o vas pa’La Paz?

Mario Almada y Yo - Miguel Angel Aviles Castro

Mario Almada y yo

Fue cuando dijeron que se acabaría el mundo y todos nos íbamos a extinguir , menos las cucarachas.Al día siguiente nos reuniríamos para la despedida pero una noche antes recalamos en la llantera, y ahí seguían El Güero y el Lobo. Al Güero ya lo conocía, al Lobo , no . El Rogelio me lo presentó y ,en una de esas que fui al baño, le dijo que yo vivía en Sonora y que era el abogado de Mario Almada .

Yo no había bebido nada que me ayudara a soltar la lengua

Recuerdo que, en una reunión decembrina de amigos de no hace mucho tiempo, alguien, de pronto, sugirió que hiciéramos una dinámica y que, ahí en donde estábamos en rueda, cada quien contara sus propósitos para el año que estaba por llegar. Yo no había bebido nada que me ayudara a soltar la lengua ni iba …

Yo no había bebido nada que me ayudara a soltar la lengua Leer más »