28. Gajes del oficio
Lo que en esta ocasión nos tocaría vivir, como muchas otras cosas de la vida, sucedía de manera accidental. “Negritos del mismo arroz; como reza un popular dicho.
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“No se escribe porque se tenga algo que decir,
sino porque se tiene ganas de decir algo.”
E.M. Cioran.
Desgarraduras, 1983.
Lo que en esta ocasión nos tocaría vivir, como muchas otras cosas de la vida, sucedía de manera accidental. “Negritos del mismo arroz; como reza un popular dicho.
Vivíamos tiempos en que las licitaciones de obras públicas, pudiéramos decir que empezaron a ponerse de moda al convertirse en una norma legal, a cumplir, por las todas las dependencias de gobierno
Gozando de una maravillosa vista frente a las apacibles y transparentes aguas de la Bahía de la Paz y bajo el azul limpio de su cielo
Dos obras ocupaban nuestros esfuerzos profesionales; la construcción de sendas plantas de tratamiento de aguas residuales en las comunidades.
Definitivamente que fue una enorme experiencia, dentro de mi vida de constructor, esta magnífica obra que, desde el punto que fuese observada
Estas fueron las palabras del Ingeniero Ismael Medina Ibarra, mi compañero y patrón al inicio de la década de los noventas.
Alvarito fue un muchacho, compañero de trabajo, con quien nos tocaría la suerte de convivir, en la empresa constructora llamada Bufete Peninsular de la Paz
El ingeniero Rafael Castro Vásquez, fue nuestro profesor en los primeros semestres de la carrera y creo de lo mejor que la vida nos pudo dar de regalo
Héctor Daniel Lira Castillo, un amigo y compañero entrañable; del trabajo y de nuestras actividades escolares. Originario del estado de Durango
Nos hallábamos laborando en nuestras oficinas, en un día común y corriente para nosotros, zambullidos en una pertinaz y circular rutina.