Editorial

Con amor para mis abuelas - Elizabeth Acosta

Con amor para mis abuelas

Cuando mi abuela tenía dolor de cabeza, iba a la cocina y agarraba una papa, le cortaba dos rodajas y se ponía una en cada sien. Yo asombrada observaba cómo el tubérculo se iba secando y poniendo negro al mismo tiempo que se le quitaba la jaqueca. Ella me contaba que era un aire que le había entrado por no poner atención en lo que estaba pensando.