De monumentos, estatuas y puede que esculturas
Cuando se decide hacer una estatua, lo menos que se le debe exigir al artista que se contrate, es que el encargo se parezca al homenajeado.
Es fundamental y debería establecerse en el contrato que se firme con el escultor y si acaso no lo logra, que devuelva las entradas.
Y es que el personaje que se quiere inmortalizar, merece respecto y la garantía de quien lo vea, sepa de inmediato quién es y no lo ande confundiendo con alguna otra persona.