Evocaciones de Sudcalifornia

EL cuadrado

El Cuadrado quizás sea el último de los héroes civiles que hayan existido en Chihuahua. Cobró fama por sus actividades altruistas tanto en la capital del estado como en Parral, por su espíritu aventurero que lo mismo hacia una caminata de México a Nueva York, que caminaba sobre un alambre en las alturas para anunciar una película para niños. Y murió joven, el 8 de septiembre de 1944, electrocutado cuando intentaba salvar vidas durante la mayor inundación que haya afectado a Parral.
llamaba Jesús Valdez Montes y su vida tiene un halo que encierra mitos, misterios y aventuras, como cualquier drama épico. Nació en Saltillo, Coahuila, el 11 de enero de 1911, donde aparentemente fue abandonado en una parroquia de padres franciscanos; vivió en un orfanato hasta los siete años, cuando escapó por el mal trato del que era objeto, para dedicarse a la venta ambulante y a trabajaba de lavaplatos en los ferrocarriles. Llegó a Chihuahua –vía Parral–, hacía 1925, acompañando a un ruletero que viajaba por todo el país.

Era un deportista, un líder y un altruista nato. Le decían El Cuadrado por su físico atlético, obtenido a fuerza de ejercicio: era un excelente nadador, salvavidas, futbolista, basquetbolista, gimnasta, levantador de pesas, corredor de fondo, machista, alpinista, cazador, hombre mosca y torero. Medía 1.76 metros, era de tez morena y ojos cafés. Fue Bombero Auxiliar, Jefe de Tropa del Primer Grupo Scout, co-fundó varios grupos deportivos y asociaciones civiles y trabajo como extra en ocho películas. Coleccionaba tarántulas vivas y víboras.

El padre Agustín Pelayo había llevado a El Cuadrado a Parral para que organizara un grupo de scouts. En esa ciudad se encontraba Valdez Montes el día de la inundación y sin pensarlo, ayudó en labores de rescate, pero aparentemente un cable de alta tensión le cayó cuando rescataba personas que se habían quedado atrapadas bajo el agua cerca del santuario. Lograron rescatar su cuerpo dos semanas después. Fue velado por los scouts de esa ciudad,luego fue traslado en ferrocarril a la ciudad de Chihuahua.En la capital del estado., el féretro fue velado en el viejo gimnasio Rodrigo M. Quevedo y fue sepultado en el panteón de Dolores. En los actos fúnebres participó gran parte de los habitantes de Chihuahua y se recuerda que nunca antes se había congregado tanta gente para un hecho similar.

Foto: A quien corresponda.

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Elizabeth Acosta Mendia
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