Soy un toro abandonado/ que vive solo apartado,
Al fondo de una cañada/ escondido,acantilado,
Me aparté de la manada./ya no significo nada.
Se han tornado mis abriles,/ en un riguroso invierno,
Ya no mujo, ya no cuerno,/ ya se me agotó el coraje,
Con temor bajó al aguaje,/poco bebo, menos como,
Ya no me echo arcilla al lomo/ rascándola de la tierra,
Ni rezongo ya en la ordeña,/ni bramo pidiendo guerra.
Fui arrogante semental/ aquí y en cualquier corral,
Los lienzos engalané,/ a la capa acometi,
De las trancas me burlé/ y al que se opuso abatí,
Burladeros derrumbé./ la vaca que galanteara,
Para ponerla en calor/ no hubo otro toro mejor,
Que disputármela osara./ por tener grueso el morrillo,
Y los cuernos tan puntales/ los becerros sementales,
Me declararon caudillo.
Mis amos me presumían//los vaqueros me temían,
Quienes mi fama admiraron/ en corridos me cantaron,
Nadie me miraba mal/ fui arrogante semental,
Engendré admirables crías.
Y de aquel toro arrogante/ de pelo fino y brillante,
Tan altivo e infatigable/ esgrimiendo siempre el sable,
Con destreza y con valor/ como buen conquistador,
Se espanta hoy si ladra un perro/me reta cualquier becerro.
Y ese reto lo rehuyo/ ya se me acabó el orgullo,
Cuando allá de tarde en tarde/ siento que el cuerpo me pide,
Gozar de una vaca en celo,/ la requiero y me detesta,
No tan solo me despide,/ hasta se siente molesta,
Primera parte.
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