Corrían los primeros días del mes de enero del 2021; durante el difícil año de la pandemia, platicaba mi´apá que le habían pedido desempolvar su viejo vibro, “dizque para una sorpresa dijo tu hermana Tere”. Para entonces yo ya había preparado un rico café de talega, de esos que mi hermano Efraín está trayendo de Oaxaca y me dispuse a acomodar mi humanidad en la mesa de comedor, presto para una larga charla de las que deleitan el alma.
Hay cosas en la cocina de mi ´amá que tienen historia: copas de mi abuela del año del caldo, un comal fabricado en los talleres de los astilleros del Boleo con más de 50 años de uso y aun reluciente, pero ahora me tocaría escuchar la historia del vibro Yucateco. Fíjate mijito, empezó su historia:
Ese vibro tienes sus orígenes en un telegrafista de la península de Yucatán quien los estaba fabricando en aquellos tiempos, la versión más parecida a Mercado Libre o Amazon eran las revistas de publicaciones sobre temas varios quienes aprovechaban en sus páginas finales para anexar una serie de comerciales de diversos productos que se vendían en aquel entonces.
Era cuando mi papá aun era mensajero y en sus sueños existía la idea de aprender clave Morse. Eran los finales de los 60´s cuando papá recibió el envío desde la península de Yucatán empacado en una hermosa caja de caoba finamente pulida, olorosa, la cual contenida su Vibro cuidadosamente ensamblado con sus piezas y tornillos niquelados. Imagino la sonrisa que iluminó su cara en aquellos tiempos, los sueños que pudieron haber saltado por su mente y las ilusiones dando de golpes en su corazón.
Fue en ese vibro donde él aprendió Morse y posteriormente le abrió las puertas a aspirante de radio telegrafista. Ya adentrados en la plática, papá me confesó que el Vibro había llegado algo torcido del brazo que soporta la pala pero de alguna forma se acostumbró a operarlo así, a tal grado que cuando llego el tiempo de mandar el Vibro a mantenimiento a La Paz, le pidió al técnico que por favor no enderezara el brazo pues temía que se quebrara además de que ya se había acostumbrado a trabajar con él de esa forma. Para no hacer el cuento largo, el Vibro sigue intacto, hasta sirvió de modelo para que mi querida sobrina Gaby elaborara una réplica de galleta y fondant que posteriormente pondrían como adorno de su pastel de su cumpleaños No. 89.
- El vibro Yucateco - 14/01/2021