Soledad
Y mi alma se ahogó en el llanto que no podía parar,
en la verdad que no podía gritar,
y la oscuridad de su prisión donde la luz se apagaba cada día más…
Y mi alma se ahogó en el llanto que no podía parar,
en la verdad que no podía gritar,
y la oscuridad de su prisión donde la luz se apagaba cada día más…
Junto a ti empiezo a caminar.
A tu lado, sin mirar atrás,
vivo en un mundo de amor,
intensamente tú mío y yo solo de ti.
Un buen día llegó a mis manos un libro muy especial, era tan especial que supe de él, desde los tiempos en que se estaba llevando a cabo la investigación para obtener el contenido de sus páginas con fundamento documentado