21. Ahora sí le creo, ingeniero
El ingeniero Rafael Castro Vásquez, fue nuestro profesor en los primeros semestres de la carrera y creo de lo mejor que la vida nos pudo dar de regalo
El ingeniero Rafael Castro Vásquez, fue nuestro profesor en los primeros semestres de la carrera y creo de lo mejor que la vida nos pudo dar de regalo
Héctor Daniel Lira Castillo, un amigo y compañero entrañable; del trabajo y de nuestras actividades escolares. Originario del estado de Durango
Nos hallábamos laborando en nuestras oficinas, en un día común y corriente para nosotros, zambullidos en una pertinaz y circular rutina.
La vida se inunda y rebosa de cosas chuscas; te juega bromas, te da dolores de cabeza y de otros tipos de dolores, también; mientras otras tantas pasan absolutamente inadvertidas.
Transcurría el penúltimo semestre y concluiría, dentro de muy poco tiempo, con mis estudios profesionales; fue aquí cuando me enteré de la posibilidad de titularme automáticamente.
Iniciaban, a toda marcha, nuestros compromisos estudiantiles, en el nivel profesional. Nuevas personas ingresaban a nuestras vidas, nuevos profesores, nuevos amigos; algunos serían solamente pasajeros, otros se quedarían para siempre.
En los albores de la inauguración y puesta en marcha de la unidad minera de la empresa Roca Fosfórica Mexicana, en San Juan de la Costa, en el municipio de La Paz, BCS, me tocó la suerte de conocer al ingeniero Santos Carlos Aréchiga, ingeniero minero de profesión y sudcaliforniano de origen.
De grandes gentes está compuesto el mundo, aunque sintamos que no lo parezca y por momentos perdamos la calma y la capacidad de seguir creyendo en la humanidad.
Octavio es el hijo varón más pequeño de una familia de origen sinaloense, que llegara para quedarse en estas tierras sudcalifornianas
Hombre exageradamente unido a su familia. Nacido en Quiringüicharo (La Hacienda), en el bello municipio de Ecuandureo, en el estado de Michoacán de Ocampo.