Jesús Chavez Jimenez

No conocí la rosca de reyes, hasta los trece años. Y el pavo de navidad hasta los catorce. Pero al contrario fui merecedor de la rica comida elaborada por mi madre

Un jovencito pispireto, llegaba todas las mañanas a las oficinas de una de las estaciones de radio en New York City.

Desamarró la imaginación. Esa herramienta coqueta, voluptuosa y a veces cómica, petulante.

Vivia todavia Marianita arrastrando su belleza ida. El mañosón y sus bromas ácidas sobre todo sobre los políticos

Ya no había mañana. Era el fin de la vida, para un hombre valiente, útil a la patria. A la misma que había servido con honor en varias regiones. Y en todas mencionar el nombre del capitán Clodomiro Cota, era un orgullo para el Ejército Mexicano.
Era el capitán que no permitió el abuso y agandalle de un superior que traicionó el respeto al mando. Y que su felonía pago con la vida.

Hace unas horas murió un hombre bueno. Mi amigo Victaliano Salazar. Se va y me deja un eslabón más en la larga cadena de tristeza

Psíquica: busco ayuda. Y urgente . Sepa usted que me estoy volviendo loco. Mi mal empezó hace como un año. Una noche me sentí Donald Trump. Otra, clarito sentia que era Jhon Biden

Ya dame Chancita de resollar. También no me mandes sueños raros.

ras, tras, choque de espadas. Tras, tras. Y después la calma. Y el séptimo hombre, el de frente al camastro habla:Hoy las puertas de Zarabanda, se abren para recibir con júbilo a Genaro Parpule Donis, reconocido y aceptado como el tercer gran vigilante

9 campanadas. Anuncio de muerte a las siete de la tarde. La casa de Naro Parpule Donis,