En el pueblo muy mentado,
ocurrente y muy “guasón”,
Por todos muy estimado,
Así era Murillón.
Después de haber ordeñado,
las chivas de su patrón,
Murillón bajó al poblado,
A darse un vacación,
Luego de haber parrandeado,
y servido de “risión”,
Se despertó avergonzado,
crudo y de muy mal humor.
Viéndose sin un centavo,
fue a buscar a su patrón,
A pedirle algo prestado,
pá seguir el “reventón”.
El patrón se le adelanta,
y le dice a Murillón,
—Murillón, préstame veinte,
pesos que ando muy quebrado.
Murillón decepcionado,
viendo tal contrariedad,
Contesta malhumorado,
“el hambre le pide a la necesidad”.
RECOMENDACIÓN,
Cuando anden de reventón,
no gasten toda la lana,
Porque si falla la lana,
Puede fallar el patrón,
Se han de quedar con las ganas,
y servirán de risión.
- Una charla de banqueta - 12/11/2022
- La caguama troteadora - 17/11/2021
- Bernabé Perpuli. Adiós al último patriarca de los viejos Comondús - 05/11/2021