Un abrazo a la niña que fui
Un abrazo a la mujer en la que me he convertido, terca e imperfecta pero siempre genuina.
Un abrazo a la mujer en la que me he convertido, terca e imperfecta pero siempre genuina.
Hay historias que entretejen nuestras vidas, algunos son hermanos de sangre y otros de aventuras, habemos quienes jamás echamos raíces y otros que vamos dejando semilla por dónde pasamos.