Dr Armando Salgado Pérez Jr Mamita
Mi canitas blancas, mis manitas de muñequita de trapo, se llama Columba Liberata. Cuando la conocí me enamoré de ella. Me daba mi bibe bien reportado. Sospecho que le echaba guarapo.
Mi canitas blancas, mis manitas de muñequita de trapo, se llama Columba Liberata. Cuando la conocí me enamoré de ella. Me daba mi bibe bien reportado. Sospecho que le echaba guarapo.
No lo trate tanto, como hubiera querido. Ni tampoco me atrevo a decir que fui uno de los muchos amigos que tuvo
Todavía a pesar de los años , siento En mi rostro las inolvidables polvaredas, de aquellos interminables giras las que cubrí como reportero
José Sánchez Cristino fue el mejor periodista de policiacas de los años setenta. Su estilo era único. Cargaba una vieja pistola colt, bajo su guayabera blanca, clavada en la cintura. No se desprendía de ella, ni para dormir.
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Martina Chávez, murió. Emprendió el viaje de la mariposa un viernes muy de mañana. Elevó alas y por la madrugada del sábado llegó a su santuario: Puerto San Carlos
Ambulancias a velocidades incalculables. Ululuar de sus sirenas. Choques de damas ebrias.
Un jovencito pispireto, llegaba todas las mañanas a las oficinas de una de las estaciones de radio en New York City.
Entre tantas formas de ganarme la vida, hubo una en donde me fue muy bien en lo económico. Aunque fue poco tiempo, pude sacar a mi familia avante y darme algunos gustos.