Evocaciones de Sudcalifornia

Bienvenido el llanto que aligera

Bienvenido el llanto que aligera - Malena

Retorciéndose en el vidrio trasero lleno de rocío de mi coche estaba pegada una abeja. Con la mano la eché al suelo para que pudiera volar pero sus alas estaban mojadas y no podía sino arrastrarse.

La subí en una varita y le estuve soplando despacito, primero levantó una ala fluorescente, todos los colores del mundo cabían en esa ala pequeñita, lo mas delicado de este mundo, con sus patas se quitaba el agua de la cabeza, y yo seguía soplando y echándole porras. La otra ala por fin se secó, la dejé entre las hojas de la «milagrosa» que tengo en el patio.

Por muchas cosas he querido llorar en estos días, ese pequeño encuentro con un ser vivo, mojado, frágil pero fuerte y listo a dar la pelea. Fue sin duda a la vez excusa y pañuelo. Bienvenido el llanto que aligera. Buenos y mejores días para todos, palomilla.


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Malena Sorhouet
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