Evocaciones de Sudcalifornia

La «cocodrila albina»

Grande  lección  me dieron estos  muchachos.  Ellos  son Ángel  Guardado y Humberto Villafaña. Lavadores  de coches  del  Chedraui  Palacio,  para  más  señas.  LLegué  «rayando  el  caballo»  a hacer la  compras  para Fanlap, y al bajar  me  dicen  («Doña  le limpiamos  la troca?»)  Y yo, que solo llevo  una tarjeta  de crédito  y nada  de  efectivo,  con la pena  me  excuso y les  digo… ¡Ay!  y vaya que le hace  falta a  mi cocodrila  blanca un baño, pero  solo voy de rápido» dije  mintiéndoles. Me meto al super,  descubro que no dejé la lista, regreso al estacionamiento, y descubro  a este par, echándole  agua y jabón, dándole  duro  a  los  vidrios  con periódico,  cuando me  ven  venir me dicen «Doña!  apoco  tan pronto ya se va?»  y yo…eh.  diciéndome  para  mi misma  » ay, estos  cabrones  chamacos, no entienden  cuando uno les  dice  que no ahora a  ver  como les  pago..»  y en ese  muina  andaba   cuando  Humberto se me adelanta  y me  dice… «Ya  casi  queda limpia    la  troca… la  lavada  es  nuestra  aportación  para la  fundación,  nosotros  crecimos   en una de  esas,  así  que  mi doña, no nos  debe  nada».

Y entonces entendí   que no hay nadie que no tenga algo que darte de corazón y sin esperar nada a cambio. » Les voy a dar algo de fruta»    dije   yo empecinada en pagar, a como diera lugar su hermoso   gesto solidario. No debí, debí ser humilde y aceptar su oferta.  Porque, además, para mi sorpresa cuando salí ya no había nadie, se habían ido.  Dejándome con los plátanos y las naranjas en la mano, y con una lección bien aprendida.

Si los ven, no duden en dejarles cargar sus bultos, o en invitarles un refresco, o una fruta. Ahí les encargo.

Malena Sorhouet
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