Todavía a pesar de los años , siento En mi rostro las inolvidables polvaredas, de aquellos interminables giras las que cubrí como reportero hace muchos años, cuando gobernó aquí el excelente mandatario Ángel Cesar Mendoza Aramburo.
Llegue de Insurgentes y me incorporo a la fuente del ejecutivo. Todavía no me casaba ni cumplía mis 18 años. Tenía muchas ilusiones. Y en esas giras aprendí mucho. Y lo más grato conocí mi estado.
Eran salidas de quince dias o más. El ritmo de trabajo de Ángel Cesar era incansable.
Hoy recordé esto porque mi amigo Antonio Avilés Rocha le regaló a Ely una lata de abulón original. Es el oro azul. Un manjar. Al verla solté los recuerdos y vino a mi mente una gira por la Pacífico Norte y que duro 16 días iniciando en Guerrero Negro.
Tres camionetas para la prensa. Una para don Pancho King. Otra para la prensa local y una mas donde yo iba.
Recuerdo a mis compañeros
Adan García Rosales, Benedicto Hérnandez, Lorenzo Galván Imperial, Antonio Burciaga, Carlos Reyes García, Vicente Vicente Delgadillo el Zulu, Max Rodríguez. Gustavo Gutiérrez Y más.
Entre trabajo y fiesta. chascarrillos, pasaba el día. Eran tiempos cercanos a navidad. Y por lo tanto proclive a recibir regalos.
En la comitiva con el gobernador van Mario Vargas alcalde de Mulegé y destacaba un personaje extraordinario llamado Delfino Ortega. Un hombre de poder en esa región. Y fue él quien inició los regalos. Nos obsequió diez latas de abulón a cada periodista.
Y durante el recorrido por las comunidades cada cooperativa nos regalaba entre cinco, seis y hasta diez latas. Al término de la gira acumule 38. Y mi pensamiento principal era comerme una o dos. Y el resto venderlas.
Todo iba bien. Pero en el último evento de la gira se me acerca el gobernador y me dice» Tengo un asiento disponible en el avión para visitar Isla Natividad. Te invito. Y de ahí regresamos a La Paz. Aceptas? Si ! Le contesto.
Feliz fui a la Suburban por mi preciada cosecha de abulones. Pero se me aclara – Sin carga. Solo con su ropita. Y ahí deje mi tesoro al reparto de mis compañeros.
En Isla Natividad me di una compensada comí langosta y abulón hasta quedar timbas.
Y gane también un momento especial con mi amigo el gobernador que aquí entre nos me pasó muchos típs para mi columna.
Hoy espero que Ely me de una probadita cuando haga su cóctel.
Cachitos de Vida
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